Por qué le quiero
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en esa cruz y escarnecido,
muéveme el ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera
que, aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y, aunque no hubiera infierno, te temiera.
.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues, aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
1 comentario:
Enhorabuena por tu blog,pocos son los que se atreven con la religión.Soy una seguidora reciente desde Alfacar-Granada-Spain.
Ánimo y sigue con esta labor evangelizadora tan linda.Saludos.
Por si quiere visitar mi blog:http://blogdebelenpuertas.blogspot.com.es/
Publicar un comentario